segundo principio

Segundo principio: cultivar el cariño y la admiración
Recordemos al doctor Rory, el hombre cuyo mapa de amor era del tamaño de un sellode correos, el hombre que ni siquiera conocía el nombre del perro de la familia.
Durante años Lisa tuvo que aguantar su adicción al trabajo. Pero un año, el día de
Navidad, la relación llegó a un punto crítico. Rory estaba trabajando, por supuesto, y Lisa decidió preparar una comida de Navidad para cenar con sus hijos en el hospital.
Mientras cenaban juntos en la sala de espera, Rory se volvió furioso hacia Lisa. —¿Por qué has hecho esto? Me estás avergonzando. A nadie se le ocurre una cosa
así.
De pronto le llamaron por el teléfono de la sala. En cuanto Rory cogió el auricular,
su rostro se suavizó y su tono se tornó cálido y amistoso. Cuando colgó, se volvió
hacia Lisa, de nuevo furioso. Fue la gota que colmó el vaso. Lisa estaba harta. Era
evidente que su marido era capaz de ser amable, pero no con ella. Recogió la cena y se llevó los niños a casa.
Poco después comenzó a salir sin Rory. Al cabo de un tiempo él pidió el divorcio.
Pero en un último intento de superar sus diferencias, decidieron intentar una terapia matrimonial. Al principio no obtuvieron ningún resultado. Cuando Lisa intentó mostrarse conciliadora durante la primera sesión con el terapeuta, él fue incapaz de responder a sus intentos de desagravio.
Pero cuando la pareja accedió a ser grabada en mi laboratorio, se descubrió una
esperanza secreta en su matrimonio. El entrevistador les preguntó sobre los primeros años de convivencia. Cuando Rory recordó su primera cita, se le iluminó el rostro.
Explicó que Lisa, a diferencia de él, procedía de una familia armenia muy tradicional.
Estaba muy protegida por sus padres y no tenía ninguna experiencia. Rory sabía que llevaría mucho tiempo lograr que ella y su familia lo aceptaran, pero estaba dispuesto a esperar.
Veamos un extracto de su diálogo:
RORY: Creo que ella estaba muy nerviosa, y yo sabía en cierto modo por qué, conocía algunos rasgos culturales con los que ella tenía que vivir. Y por esto sabía que iba a hacer falta mucho, mucho tiempo. Pero yo no estaba nada nervioso. Imaginé que era la primera etapa de una maratón de cinco años…
LISA: ¿Quieres decir que ya tenías pensado un plan de cinco años en nuestra primera cita?
R.: Tal vez exagero un poco, pero sabía que haría falta mucho más que una cena.
L.: ¡Vaya!
Rory y Lisa se cogieron de la mano al hablar de esto. Ella estaba radiante. Él nunca le había explicado su campaña para ganar su corazón. Esta pequeña anécdota no parece muy espectacular, pero para un observador adiestrado la conversación ponía de manifiesto una gran esperanza para el matrimonio. Los buenos recuerdos de Rory y Lisa eran una prueba de que bajo su mutuo antagonismo todavía había restos de lo que yo llamo un sistema de cariño y admiración. Esto significa que ambos habían conservado la sensación básica de que la otra persona era digna de ser respetada y amada.
Si una pareja cuenta con un sistema de cariño y admiración, el matrimonio no está
perdido. No estoy sugiriendo que el proceso de recuperar un matrimonio tan
problemático como el de Rory y Lisa sea fácil. Pero puede lograrse. Al utilizar técnicas como las que se describen más adelante, Lois Abrams, el terapeuta de Rory y Lisa, les demostró que podían desenterrar aquellos sentimientos positivos y ponerlos a trabajar para salvar su matrimonio.
Dos años más tarde todo había cambiado para esta pareja. Rory había modificado
su horario de trabajo. Había adiestrado a un médico residente para que realizara gran parte del trabajo de hospital que anteriormente había llevado él solo. Ahora cena siempre con Lisa y los niños. También sale con su esposa por las noches, sobre todo a bailar. A pesar de todo lo que se habían hecho sufrir el uno al otro, salvaron su matrimonio.
El cariño y la admiración son dos de los elementos más importantes en una relación duradera y gratificante. Aunque las parejas felizmente casadas puedan distraerse a veces por los fallos del compañero, todavía sienten que la persona con la que se casaron es digna de respeto y cariño. Cuando esta sensación desaparece de un matrimonio, la relación no puede reavivarse.

APRENDER DE LA HISTORIA
Como vimos con el ejemplo de Rory y Lisa, la mejor prueba de que una pareja
todavía cuenta con un sistema de cariño y admiración suele ser la forma en que
recuerdan el pasado. Si tu matrimonio atraviesa una honda crisis, no es probable que obtengas muchas alabanzas de tu pareja si preguntamos sobre el estado actual de las cosas. Pero al concentraros en el pasado, es posible que se detecten chispas de sentimientos positivos.
Algunos matrimonios, por supuesto, vienen con las manos vacías. En estas
relaciones el antagonismo se ha multiplicado como un cáncer, retrocediendo incluso en el tiempo y destruyendo los recuerdos positivos de la pareja. Este triste resultado se puso de manifiesto en el caso de Peter y Cynthia, que discutían sobre el lavado del coche. Su relación estaba arruinada por el desprecio de él y la actitud defensiva de ella. Cuando les hicimos las mismas preguntas referentes a sus primeros años, se puso de manifiesto que su amor había desaparecido. Apenas podían recordar los comienzos de su relación. Cuando les preguntamos qué solían hacer cuando salían juntos, los dos se miraron como esperando que el otro le echara una mano y luego guardaron silencio. Peter no podía recordar ni una sola cosa que le gustara de Cynthia en aquel entonces. El matrimonio no podía salvarse.
En un 94 por ciento de los casos, las parejas que contemplan de una forma positiva la historia de su matrimonio tienen muchas probabilidades de tener un futuro feliz. Cuando los buenos
recuerdos quedan distorsionados, es una señal de que el matrimonio necesita ayuda.
Otra de las parejas de mi estudio sobre recién casados, Michael y Justine,
resplandecieron cuando les preguntamos sobre su historia. Su boda fue «perfecta», la luna de miel «maravillosa». Lo que resulta esclarecedor no es sólo que sus recuerdos fueran positivos, sino que eran también muy vívidos. Justine recordaba que habían ido juntos al instituto, él unos cursos más adelantado. Era una estrella del baloncesto, y ella estaba tan enamorada que había recortado una foto de Michael del periódico y la tenía pegada en un cuaderno. Ella misma se lo confesó y le enseñó el cuaderno la cuarta vez que se vieron. Se conocieron unos años más tarde, cuando ella acompañó a la hermana adoptiva de él a pasar el fin de semana en la universidad de Michael.
Michael se dio cuenta enseguida de que Justine le gustaba, pero no sabía si era
correspondido. Ella recuerda riéndose cómo encontró la carta que él le había metido en el bolso ese fin de semana, en la que le explicaba sus sentimientos. «Yo no era precisamente un ligón —dice Michael—. La verdad es que ella fue la primera mujer a la que intenté conquistar. Por eso supe que era distinta a las demás.»
Recuerdan los largos paseos y las charlas, las cartas que se escribían todos los días mientras él estaba en la universidad. Lo único malo de aquellos días, nos dice
Michael, era estar separado de Justine, porque la echaba mucho de menos. Justine confiesa que pensaba: «Dios mío, si no me caso con él lo pescará alguna otra. Más vale que me dé prisa.» En el tono de Justine se advierte su cariño, su orgullo y su admiración por Michael. Él nos dice: «Yo miraba a las otras chicas, pero no quería estar con ninguna. Sólo quería estar con ella. Quería casarme con ella y que todos supieran lo especial que es para mí.» Justine recuerda cómo se enfrentaron juntos a uno de los amigos de Michael, que estaba dolido porque Justine robaba demasiado tiempo a Michael. «No entendía que pasaba mucho tiempo con ella porque yo quería», apunta Michael.
No es sorprendente que Michael y Justine sigan felizmente casados. Una visión
fundamentalmente positiva de la pareja y el matrimonio es un arma muy poderosa
cuando llegan los malos tiempos. Gracias a esta reserva de sentimientos positivos,
Justine y Michael no piensan en la separación o el divorcio cada vez que mantienen una discusión.
EL ANTÍDOTO CONTRA EL DESDÉN
Al principio esto puede ser tan obvio que resulte ridículo: los cónyuges felizmente
casados se gustan el uno al otro. Si no se gustaran no estarían felizmente casados.
Pero el cariño y la admiración pueden ser muy frágiles, a menos que seamos
conscientes de lo importantes que son para la amistad que está en la base de cualquier matrimonio feliz. Al recordar las cualidades positivas de tu pareja —incluso mientras lidias con sus defectos—, puedes impedir que se deteriore el matrimonio. La razón es que el cariño y la admiración son antídotos contra el desprecio. Si mantienes una sensación de respeto por tu pareja, es menos probable que muestres disgusto hacia ella cuando discutís. De modo que el cariño y la admiración impiden que la pareja sea invadida por los cuatro jinetes.
Si el mutuo cariño y admiración se han extinguido por completo, el matrimonio
tiene serios problemas. Sin la creencia fundamental de que tu pareja es digna de honor y respeto, ¿dónde están las bases para una relación gratificante? Pero existen muchas parejas como Rory y Lisa, cuyo cariño y admiración han disminuido hasta un grado apenas detectable. Aunque parece que el fuego se ha apagado, todavía quedan ascuas encendidas. El primer paso para salvar este matrimonio es avivar las ascuas.
Cuestionario de cariño y admiración
Para medir el actual estado de tu sistema de cariño y admiración, responde el siguiente cuestionario.
Marca V si la frase es verdadera, y F si es falsa.

  1. Puedo nombrar sin esfuerzo las tres cosas que más admiro en mi pareja. V F
  2. Cuando estamos separados, pienso a menudo con cariño en mi pareja. V F
  3. A menudo encuentro alguna forma de decir a mi pareja «te quiero». V F
  4. A menudo toco o beso con cariño a mi pareja. V F
  5. Mi pareja me respeta. V F
  6. Me siento querido/a y cuidado/a en esta relación. V F
  7. Me siento aceptado/a por mi pareja. V F
  8. Mi pareja me encuentra sexy y atractivo/a. V F
  9. Mi pareja me excita sexualmente. V F
  10. Hay fuego y pasión en la relación. V F
  11. El romance sigue siendo una parte de nuestra relación. V F
  12. Estoy realmente orgulloso/a de mi pareja. V F
  13. Mi pareja disfruta de mis logros y triunfos. V F
  14. Puedo recordar fácilmente por qué me casé con mi pareja. V F
  15. Si pudiera volver atrás, me casaría con la misma persona. V F
  16. Rara vez nos vamos a dormir sin mostrar de alguna forma amor o afecto. V F
  17. Cuando entro en una habitación, mi pareja se alegra de verme. V F
  18. Mi pareja aprecia las cosas que hago en nuestro matrimonio. V F
  19. A mi pareja le gusta mi personalidad. V F
  20. Nuestra vida sexual es en general satisfactoria. V F
    Puntuación: Anota un punto por cada respuesta «verdadera».
    10 o más: Éste es un aspecto sólido de tu matrimonio. Os valoráis el uno al otro, y esto es un escudo que puede proteger la relación e impedir que se vea inundada por cualquier negatividad que pueda existir en vosotros.
    Aunque parezca evidente que las personas enamoradas se valoran mutuamente, lo cierto es que con el tiempo a menudo los cónyuges pierden de vista su cariño y su admiración. Recuerda que el cariño y la admiración son un don que vale la pena cultivar. Realiza de vez en cuando los ejercicios de este capítulo para reafirmar los sentimientos positivos con tu pareja.
    Menos de 10: Tu matrimonio puede mejorar en este aspecto. No te desanimes ante las puntuaciones bajas.
    En muchas parejas el sistema de cariño y admiración no ha muerto, sino que está enterrado bajo capas de negatividad, sentimientos heridos y traiciones. Al reavivar los sentimientos positivos, puedes mejorar notablemente tu matrimonio.
    Si el cariño y la admiración están desapareciendo, el camino para recuperarlos
    comienza siempre por darnos cuenta de su valor. Son cruciales para la felicidad a largo plazo de una relación porque impiden que el desprecio —uno de los cuatro jinetes que matan el matrimonio— se convierta en una presencia abrumadora. El desprecio es un corrosivo que con el tiempo acaba con los lazos entre marido y mujer.
    Cuanto más en contacto estéis con los sentimientos positivos que albergáis el uno sobre el otro, menos probable es que os mostréis desdeñosos cuando tengáis una diferencia de opinión.
    AVIVAR LAS LLAMAS
    No es nada complicado reavivar o aumentar el cariño y la admiración. Incluso los sentimientos positivos que han permanecido mucho tiempo enterrados pueden ser sacados a la luz simplemente pensando o hablando de ellos. Esto puedes hacerlo meditando un poco sobre tu pareja y sobre lo que te gusta de ella. Si no tienes práctica o sientes demasiada tensión o rabia para hacerlo a solas, los siguientes ejercicios te guiarán.
    Aunque parecen sencillos, son ejercicios muy poderosos. En cuanto reconozcas y hables abiertamente de los aspectos positivos de tu pareja y tu matrimonio, los lazos se fortalecerán. Esto hace mucho más fácil afrontar los aspectos problemáticos del matrimonio y realizar cambios positivos.
    Realiza estos ejercicios tan a menudo como quieras. No están ideados sólo para matrimonios en crisis. Si tu matrimonio es estable y feliz, estos ejercicios ayudarán a fortalecer el romance entre vosotros.
    Ejercicio 1: «Yo aprecio…»
    Señala tres elementos de la siguiente lista que creas característicos de tu pareja. Si encuentras más, señala únicamente tres. Puedes marcar otros tres diferentes si haces el ejercicio de nuevo. Si te cuesta trabajo encontrar tres elementos, amplía el significado del adjetivo «característico». Incluso si sólo recuerdas una sola ocasión en la que tu pareja mostró un rasgo concreto, márcalo.
    Piensa en una anécdota real que ilustre cada una de las tres características de tu pareja. Escribe las características y la anécdota en tu cuaderno de la siguiente manera:
  21. Característica ___________________
    Anécdota ________________________
  22. Característica ___________________
    Anécdota ________________________
  23. Característica ___________________
    Anécdota ________________________
    Ahora muestra la lista a tu pareja y dile por qué valoras tanto esas características.
    En mis talleres se observan inmediatos beneficios de estos ejercicios. La sala se llena de risas y gestos de cariño. Las parejas que comenzaron la sesión tensas y tímidas, de pronto se sienten relajadas. Con sólo mirarlas se nota que han recuperado algo perdido. La esperanza de que su matrimonio puede salvarse casi se palpa en el aire.
  24. Ejercicio 2: La historia y filosofía de tu matrimonio
    La mayoría de las parejas recibe grandes beneficios al hablar de los sucesos felices de su pasado. A continuación incluyo una versión del cuestionario que ayudó a Rory y Lisa a conectar de nuevo con su cariño y admiración. Si completáis juntos el cuestionario os acercaréis una vez más a los primeros años de vuestra relación y recordaréis cómo y por qué llegasteis a ser una pareja.
    Necesitaréis unas horas para terminar el ejercicio. Podéis pedir a un amigo cercano o pariente que haga de entrevistador, o bien leer las preguntas y comentarlas juntos. No existen respuestas correctas o incorrectas: las
    preguntas son sólo una guía para recordar el amor que os impulsó a unir vuestras vidas.
    Primera parte:
    La historia de vuestra relación
  25. Comentad cómo os conocisteis y empezasteis a salir juntos. ¿Tenía vuestro compañero/a algo que lo
    hiciera destacar entre los demás? ¿Cuáles fueron vuestras primeras impresiones mutuas?
  26. ¿Qué es lo que mejor recordáis sobre esa primera época? ¿Cuánto duró el noviazgo? ¿Qué recordáis de
    este período? ¿Cuáles fueron algunos de los mejores momentos? ¿Y algunas de las tensiones? ¿Qué clase de
    actividades realizabais juntos?
  27. Comentad cómo decidisteis casaros. ¿Qué os llevó a decidir que ésa era la persona con la que os queríais
    casar? ¿Fue una decisión difícil? ¿Estabais enamorados? Comentad este período.
  28. ¿Recordáis vuestra boda? Hablad el uno con el otro de vuestros recuerdos. ¿Tuvisteis luna de miel? ¿Qué recordáis de ella?
  29. ¿Qué recordáis del primer año de casados? ¿Os costó adaptaros?
  30. ¿Y de la transición a la paternidad? Hablad el uno con el otro de este período de vuestro matrimonio.
    ¿Cómo fue para cada uno de vosotros?
  31. Mirando atrás, ¿qué momentos resaltaríais como los más felices del matrimonio? ¿Qué es un buen rato
    para vosotros como pareja? ¿Ha cambiado esto a lo largo de los años?
  32. Muchas relaciones atraviesan altibajos. ¿Diríais que esto sucede en vuestro matrimonio? ¿Podéis describir
    alguno de estos altibajos?
  33. Mirando atrás, ¿qué momentos resaltaríais como las épocas realmente difíciles de vuestro matrimonio?
    ¿Por qué creéis que seguisteis juntos? ¿Cómo superasteis estas dificultades?
  34. ¿Habéis dejado de hacer juntos cosas que antes os proporcionaban placer? Comentad esto el uno con el otro.
    Segunda parte:
    La filosofía del matrimonio
  35. Comentad entre vosotros por qué pensáis que algunos matrimonios funcionan y otros no. Entre las parejas que conocéis, decidid cuáles son matrimonios particularmente buenos o particularmente malos. ¿Cuál es la diferencia entre estas dos clases de matrimonio? ¿Cómo podríais comparar el vuestro con esas otras parejas?
  36. Hablad acerca del matrimonio de vuestros respectivos padres. ¿Son similares o muy diferentes del vuestro?
  37. Haced un mapa de la historia de vuestro matrimonio: los momentos decisivos, los altibajos… ¿Cuáles fueron los tiempos más felices para cada uno de vosotros? ¿Cómo ha cambiado vuestro matrimonio a lo largo
    de los años?
    La mayoría de las parejas, al recordar juntos su pasado, siente que su actual relación se renueva. Al responder estas preguntas las parejas suelen recordar el amor y las expectativas que inspiraron su decisión de casarse. Y esto a su vez, para una pareja que piensa que su matrimonio está acabado, puede ser un destello de esperanza que la lleve a luchar para salvar su relación.
    El hecho de repetir estos ejercicios de vez en cuando puede ser suficiente para fortalecer vuestro cariño y admiración mutua. Pero si la negatividad está profundamente asentada, el matrimonio tal vez necesite un método más estructurado y a largo plazo como el propuesto en el siguiente ejercicio.
  38. Ejercicio 3: Un curso de siete semanas sobre cariño y admiración
    Este ejercicio está ideado para recuperar el hábito de pensar positivamente sobre vuestra pareja cuando estáis separados. Si nos sentimos enfadados, tensos o distantes de nuestra pareja, es fácil que nos concentremos en sus características más negativas. Esto a su vez provoca pensamientos que mantienen la tensión, y por tanto nos hará sentir cada vez más distantes de nuestro matrimonio. El ejercicio contrarresta esta tendencia enseñando a centrar los pensamientos en las características positivas de pareja, aunque estéis atravesando un mal momento.
    Para cada día del curso hay una frase o pensamiento positivo, seguido de una tarea. Piensa cada frase y repítela muchas veces durante el día cuando estés separado/a de tu pareja. En algunos casos puede parecer que la frase no se aplica a tu cónyuge o tu matrimonio, sobre todo si tu cariño y admiración han disminuido. Ten en cuenta que la frase no tiene que describir el momento presente de la pareja. Si puedes recordar un sólo instante o episodio en el que la frase podía aplicarse, concéntrate en ese recuerdo. Por ejemplo, si últimamente no te sientes muy atraído hacia tu pareja, concéntrate en alguna parte de su anatomía que te guste.
    Recuerda también que debes completar la tarea que sigue a cada frase positiva. Realiza el ejercicio todos los días, sin tener en cuenta lo que actualmente sientas hacia tu relación o tu cónyuge. No lo dejes porque habéis
    tenido una pelea o porque os sentís distanciados.
    Aunque el ejercicio puede parecer una tontería, está basado en una rigurosa investigación sobre el poder de los pensamientos positivos. Este método es uno de los principios de la terapia cognitiva, que ha demostrado una
    gran efectividad para vencer la depresión. Cuando una persona sufre una depresión, sus pensamientos se distorsionan, todo lo ve bajo una luz en extremo negativa que no hace más que aumentar su desesperación.
    Pero si con el tiempo acostumbra su mente a pensar de una forma positiva la desesperación puede desaparecer.
    Este ejercicio busca ofrecer esas mismas esperanzas al matrimonio. Se trata de ensayar una forma de pensar más positiva sobre vuestra pareja y vuestra relación. Si lo repetís con la suficiente frecuencia, las palabras (y, aún más importante, los pensamientos) ejercerán un efecto positivo.
    Nota: Puesto que la mayoría de las parejas pasan bastante tiempo separadas de lunes a viernes, éstos son los días que se especifican en la agenda del ejercicio. Pero podéis adecuarlo a vuestros horarios (si, por ejemplo, trabajáis los fines de semana), siempre que realicéis el ejercicio cinco días a la semana.
    Primera semana
    Lunes
    Pensamiento: Me gusta de verdad mi pareja.
    Tarea: Nombra una característica que te parezca atractiva.
    Martes
    Pensamiento: Puedo hablar fácilmente de los buenos tiempos de nuestro matrimonio.
    Tarea: Recuerda un buen momento y escribe una frase sobre él.
    Miércoles
    Pensamiento: Puedo recordar fácilmente momentos especiales y románticos en nuestro matrimonio.
    Tarea: Escoge uno de estos momentos y reflexiona sobre él.
    Jueves
    Pensamiento: Mi pareja me atrae físicamente.
    Tarea: Piensa en un atributo físico que te guste.
    Viernes
    Pensamiento: Mi compañero/a tiene cualidades específicas de las que me siento orgulloso/a.
    Tarea: Escribe una de las características que te enorgullecen.
    Segunda semana
    Lunes
    Pensamiento: En este matrimonio tengo una fuerte sensación de «nosotros», en vez de «yo».
    Tarea: Piensa en algo que tengáis en común.
    Martes
    Pensamiento: Tenemos en general las mismas creencias y valores.
    Tarea: Describe una de las creencias que compartís.
    Miércoles
    Pensamiento: Tenemos objetivos comunes.
    Tarea: Escribe uno de estos objetivos.
    Jueves
    Pensamiento: Mi pareja es mi mejor amigo/a.
    Tarea: ¿Qué secretos sobre ti conoce tu pareja?
    Viernes
    Pensamiento: Obtengo mucho apoyo en este matrimonio.
    Tarea: Piensa en algún momento en que tu pareja te ofreció un gran apoyo.
    Tercera semana
    Lunes
    Pensamiento: Mi hogar es un lugar donde obtengo apoyo y puedo aliviar mis tensiones.
    Tarea: Escribe la última vez que tu pareja te ayudó a aliviar tus tensiones.
    Martes
    Pensamiento: Recuerdo fácilmente cómo nos conocimos.
    Tarea: Describe por escrito ese primer encuentro.
    Miércoles
    Pensamiento: Recuerdo muchos detalles sobre nuestra decisión de casarnos.
    Tarea: Escribe una frase que describa lo que recuerdas.
    Jueves
    Pensamiento: Recuerdo nuestra boda y nuestra luna de miel.
    Tarea: Describe un detalle que te gustara en particular.
    Viernes
    Pensamiento: Nos repartimos las tareas del hogar de forma equitativa.
    Tarea: Describe un modo de hacer esto con regularidad. Si no cumples con tu parte, decide alguna tarea de la que te encargarás (como hacer la colada).
    Cuarta semana
    Lunes
    Pensamiento: Sabemos planificar y tenemos sensación de control sobre nuestras vidas.
    Tarea: Describe algo que planificarais juntos.
    Martes
    Pensamiento: Estoy orgulloso/a de este matrimonio. Tarea: Escribe dos detalles del matrimonio de los
    que te sientas orgulloso/a.
    Miércoles
    Pensamiento: Estoy orgulloso/a de mi familia.
    Tarea: Recuerda un momento concreto en el que sentiste este orgullo.
    Jueves
    Pensamiento: Hay cosas que no me gustan de mi pareja, pero puedo vivir con ellas.
    Tarea: Nombra uno de estos pequeños defectos a los que te has adaptado.
    Viernes
    Pensamiento: Este matrimonio es mejor que la mayoría de los que conozco.
    Tarea: Piensa en un matrimonio que conozcas y que sea horrible.
    Quinta semana
    Lunes
    Pensamiento: Fue una auténtica suerte conocer a mi pareja.
    Tarea: Nombra uno de los beneficios de haberte casado con tu pareja.
    Martes
    Pensamiento: El matrimonio es a veces difícil, pero vale la pena.
    Tarea: Piensa en un momento difícil que lograsteis superar juntos.
    Miércoles
    Pensamiento: Hay mucho cariño entre nosotros.
    Tarea: Prepara una sorpresa para tu pareja esta noche.
    Jueves
    Pensamiento: Estamos de verdad interesados el uno en el otro.
    Tarea: Piensa en algo interesante que hacer o sobre lo que charlar.
    Viernes
    Pensamiento: Somos buena compañía el uno para el otro.
    Tarea: Planifica una salida juntos.
    Sexta semana
    Lunes
    Pensamiento: Hay mucho amor en mi matrimonio.
    Tarea: Piensa en algún viaje especial que hicierais juntos.
    Martes
    Pensamiento: Mi pareja es una persona interesante.
    Tarea: Piensa en hablar con tu pareja sobre algo que os interese a los dos.
    Miércoles
    Pensamiento: Respondemos bien el uno al otro.
    Tarea: Escribe una carta de amor a tu pareja y envíala por correo.
    Jueves
    Pensamiento: Si pudiera volver atrás, me casaría con la misma persona.
    Tarea: Planifica un viaje de aniversario (o con cualquier otro motivo).
    Viernes
    Pensamiento: Existe un gran respeto mutuo en mi matrimonio.
    Tarea: Considera realizar juntos algún cursillo (vela, bailes de salón, etc.). O habla con tu pareja sobre un
    momento reciente en el que admiraste algo que él o ella hizo.
    Séptima semana
    Lunes
    Pensamiento: El sexo es en general satisfactorio en este matrimonio.
    Tarea: Planifica una noche erótica.
    Martes
    Pensamiento: Hemos recorrido juntos un largo camino.
    Tarea: Piensa en lo que habéis logrado en equipo.
    Miércoles
    Pensamiento: Creo que podemos capear juntos cualquier temporal.
    Tarea: Recuerda cómo habéis superado algún momento difícil.
    Jueves
    Pensamiento: Disfrutamos del sentido del humor mutuo.
    Tarea: Alquila alguna comedia para verla juntos.
    Viernes
    Pensamiento: Mi pareja puede ser encantadora.
    Tarea: Vestíos de etiqueta para pasar una velada juntos. Si esto no os gusta, planea alguna otra salida de
    la que disfrutéis.
    Al final de las siete semanas, verás que tus perspectivas sobre la pareja y el
    matrimonio son mucho más optimistas. Cantar las alabanzas el uno del otro no puede sino beneficiar al matrimonio. Pero para asegurar que los beneficios sean duraderos, tenéis que poner en marcha vuestro respeto y cariño. A esto está dedicado el siguiente capítulo. Emplearemos el cariño y el respeto como los cimientos para reavivar el aspecto romántico del matrimonio